Elecciones en la recta final

Sin definición previa

SURda

 

Gutemberg Charquero

Dentro de nueve días, aproximadamente 7 millones de ciudadanos suecos, decidirán si el actual gobierno de centro-derecha que dirige Fredrik Reinfeldt, continúa cuatro años más o, por el contrario es sustituido por la coalición rojiverde de los Partidos Socialdemócrata, de Medio Ambiente (Verdes), e Izquierda.

De acuerdos a sondeos previos, existiría, en este último tramo de la campaña electoral, paridad entre ambos bloques, lo que contradice las informaciones que diariamente proporcionan los medios. El elevado porcentaje de un 20% de indecisos contribuye a aumentar la incertidumbre.
Entre las novedades más significativas de estas elecciones, cabe destacar la posibilidad de que el xenófobo partido Sverige Demokraterna ((Los demócratas de Suecia) que ya tiene representación en varias comunas del país, supere la barrera del 4% de los votos lo que le daría representación en el Parlamento.
Si a ello se agrega que dos de los cuatro partidos que integran la Alianza gobernante, Centro y Democristianos, - Conservador y Liberal completan el cuarteto- superan escasamente el 4%, podría producirse una modificación histórica en el mapa político del país. Y una previsible situación de inestabilidad si el partido xenófobo se convierte en árbitro de las decisiones parlamentarias. Se necesitan, como puede apreciarse, demasiadas coincidencias, pero da la casualidad de que de acuerdo a la evolución del proceso, todas resultan verosímiles.
La otra particularidad es la profundización del rol de los medios de comunicación, en este caso, del denominado Public Service, -radio y televisión-que desbordan su cometido específico de “servir” información objetiva e independiente de intereses comerciales y/o partidarios a los ciudadanos, y adoptan una línea claramente parcial, en favor de la Alianza gobernante.
Si se tiene en cuenta que en Suecia, la mayoría de los principales diarios y revistas están en poder de no más de tres familias, se comprende que, independientemente de que esos propietarios estén abiertos para dar cabida a voces disidentes como sucede habitualmente, lo que no contrarresta su capacidad de influencia, esa situación es un grave déficit para la democracia y la libertad de expresión.
Si justamente la creación del Public Service respondió a la necesidad de preservar los fueros de expresión de los ciudadanos, y estos pagan una suma anual para financiarlo, resulta inadmisible que se les cercene ese derecho.
En general los analistas están de acuerdo en que el debate político ha estado por debajo de lo que las circunstancias exigen. Se ha puesto demasiado el acento en los problemas domésticos, el paro, que alcanza elevados niveles especialmente entre los jóvenes, impuestos, educación, salud, etc., temas muy sensibles para el pueblo sueco, pareciendo ignorar el entorno global que condiciona fuertemente la solución adecuada de dichos problemas. Un entorno donde los desastres causados por el calentamiento del planeta - previstos y anunciados en los periódicos informes del Panel de Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC) -, dificultan o impiden cualquier salida de la crisis actual. No obstante lo cual el tema del Cambio Climático ha sido soslayado por los medios y el gobierno como prioridad.
La situación económica de Estados Unidos y la Unión Europea, son realmente inquietantes y el malestar social aumenta día a día. El resurgir de una derecha fundamentalista incontrolable y la eventual pérdida de la mayoría de Obama en el Congreso el próximo noviembre y lo que ocurre en Europa, está teniendo ya consecuencias políticas y sociales que auguran cercanas tragedias globales.
Cualquiera sea la solución del actual pleito electoral, esos problemas - mínima parte de una lista más extensa-, estarán presentes. La forma de encararlos será diferente -según triunfe el proyecto conservador de subordinación irrestricta al mercado, representado por la Alianza, o el de la coalición rojiverde que amortigue al menos los efectos sobre los sectores más débiles, e intente impedir que en nombre del “desarrollo” se termine por contribuir a liquidar la vida del planeta.

 

Fuente: http://liberacion.se/?p=752